Viviendo lento y con intención
En el último par de años he conectado con un mundo lleno de magia a través de elecciones que han sido poco convencionales. Me tomaron por sorpresa y mi vida dió muchos giros inesperados pero gracias a ello he sido testigo del poder gigante de crear pausas y rituales diarios; de la profunda transformación y satisfacción que viene con un estilo de vida más creativo, esencial y, sobre todo, intencional y lento.
Vayamos un poco hacia atrás...
Los momentos en los que más feliz he sido ( y me refiero más bien a temporadas, no instantes fugaces) son aquellos en las que siento que puedo conectar con la magia de la vida (por muy cursi que suene) en las que no tengo duda alguna, de que sí existe.
¿Qué nos conecta con la magia de la vida?
La raíz de todo esto, me parece, está en que soy una persona extremadamente sensible, y tengo la creencia de que las personas que sentimos tanto, tenemos la facilidad de vivir intensamente (con lo bonito y lo no tan bonito) y de conectar de manera muy profunda con las sutilezas que acompañan nuestra experiencia en esta tierra que caminamos. Para mí estas sutilezas son cualquier cosa que tenga el potencial de transformarnos, de regresarnos al momento presente y expandir nuestra consciencia.
Esto incluye experimentar la magia (como cada unx la interprete) en todos sus matices.
¿Alguna vez has vivido algo que te deja sin palabras?
Estas viviencias son las que me han hecho reafirmar que la magia sí existe. ¿Pero por qué no es cosa del día a día? En mi caso, esto depende en un 30% aproximandamente de lo que está pasando en el mundo externo y un 70% de lo que está pasando adentro de mí. Muchas veces he visto atardeceres que 1. o ni lo veo realmente o 2. los aprecio pero no los siento en cada parte de mi cuerpo como una maravilla que no puedo creer que esté presenciando, no veo todos sus colores ni noto tonalidades que nunca antes había visto en el cielo. No me quitan el habla, ni me dejan en trance, ni me generan un cosquilleo y un calor interno difíciles de describir. Pero sí los he visto, sí me ha pasado todo lo que estoy describiendo y nada más de recordarlo lo vuelvo a vivir.
Slow living & Intentional living
¿Cómo se practica?
5 pasos para empezar
Slow living & Intentional living
No fue hace mucho que escuché estos términos por primera vez, estaba viviendo en Puerto Escondido, en el Pacífico Mexicano, después de un año intensísimo (lo que para mí se sintió como un retiro espiritual) y finalmente puliendo los últmos detalles de Serenamente, el diario para una vida plena que llevaba unos cuantos años desarrollando sin éxito a materializarlo. Me acuerdo que me llamó mucho la atención estos conceptos de Slow Living e Intentional Living. Tal vez tuvo que ver con que resonaron con el estilo de vida que sin saberlo, estaba integrando cada día más desde que me mudé cerquita del mar y que, gracias a este, la magia casi era algo cotidiano. De repente, mientras mi creciente interés se alimentaba del algoritmo que mis redes sociales ya tenían muy bien curado, supe que, estuviera donde estuviera, esta era la filosofía de vida que quería cultivar.
La medicina de estar cerca de la naturaleza es muy poderosa. Algunos estudios dicen las personas que viven en el mar o en bosque tienen un mayor bienestar.
¿Cómo se practica?
La filosofía del slow living (vivir despacio) y el intentional living (vivir intencionalmente) son movimientos que buscan contrarrestar la velocidad y el consumo excesivo de la vida moderna. Promueven un ritmo de vida más pausado y consciente, enfocándose en disfrutar cada momento y dar prioridad a la calidad sobre la cantidad.
Esta filosofía nos invita a simplificar y ritualizar la vida y reconectar con unx mismx y con el entorno.
Por su parte, el Intentional Living se centra en vivir con propósito, tomando decisiones conscientes y alineadas con nuestros valores y objetivos personales. Implica reflexionar sobre nuestras acciones y elecciones diarias para asegurarnos de que están en sintonía con nuestras metas a largo plazo y el estilo de vida que deseamos cultivar.
Ambas filosofías invitan a cuestionar las presiones externas y a crear un espacio para lo que realmente importa, promoviendo una vida más plena, equilibrada y satisfactoria. Al combinar slow living e intentional living, se busca un enfoque de vida que priorice el bienestar, la autenticidad y la conexión genuina con el mundo que nos rodea.
Yo hoy te quiero invito a explorar esas pausas en tu vida. En las que eres intencional con lo que haces y dedicas tu presencia plena al momento tal como se desenvuelve. Es el mejor regalo que me he podido dar y lo que viene con ello es invaluable ¿Qué puedes hacer hoy para salir del piloto automático?
5 pasos para empezar
Desacelera y simplifica:
Evalúa tus prioridades: Haz una lista de tus actividades diarias y prioridades. Identifica las que realmente importan y las que puedes eliminar o reducir.
Reducir el desorden: Simplifica tu entorno eliminando cosas innecesarias. Esto puede ser tanto físico (ropa, objetos) como digital (emails, aplicaciones).
Practica la atención plena (Mindfulness):
Meditación diaria: Dedica unos minutos cada día a la meditación o a la respiración consciente para cultivar más presencia en el momento.
Consciencia en las actividades: Intenta hacer tus actividades diarias con mayor conciencia, prestando más atención, ya sea hacer de comer, caminar o pasar tiempo de calidad con tu gente querida.
Conéctate con la naturaleza:
Paseos al aire libre: Reserva tiempo para estar en la naturaleza. Sentir el sol, caminar en un parque, hacer hiking, crecer tu propio huerto o simplemente sentarte en un jardín.
Trae la naturaleza a tu hogar: Incorpora flores o plantas en tu hogar y abre las ventanas para permitir la entrada de aire fresco y luz natural.
Establece rituales diarios:
Rituales matutinos y nocturnos: Crea rutinas diarias que te ayuden a empezar y terminar el día de manera calmada y consciente, como tomar un té en la mañana, hacer journaling, agradecer tres cosas en tu vida o leer un libro antes de dormir.
Tiempos de desconexión: Establece momentos específicos para desconectarte de la tecnología y dedicarte a actividades que disfrutes.
Fomenta conexiones genuinas:
Calidad sobre cantidad: Dedica tiempo a las relaciones que realmente importan y que te aportan valor.
Escucha activa: Practica la escucha activa en tus conversaciones, prestando atención completa a la persona con la que estás interactuando sin distracciones.
Ojalá esto te inspire a probar estos conceptos que se han puesto tan de moda y los integres a tu propia rutina. Si buscas una guía más detallada, puedes adquirir el reto de 34 días de Slow Intetional Living en la tienda de página web.
Y por favor no dudes en mandarnos un mensaje directo en IG @lunarenamx o un mail a lunarenamx@gmail.com contándonos tu historia personal con estos temas.
Algunas fotos que me recuerdan a pausar.
Escrito por Mariana Zepeda
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